¿Crees que te duchas de
forma correcta? Pues lee con detalle estos errores frecuentes que comete la
gente de manera más habitual, probablemente cometas alguno de ellos.
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La ducha perfecta |
Temperatura
¿Te duchas con agua fría o con agua caliente? Si la respuesta está en la propia pregunta,
entonces lo haces mal. Lo adecuado es que te duches con agua templada porque no
reseca la dermis, por tanto lo correcto sería que estuviese a unos 30º. El error más habitual es ducharse
con agua caliente, especialmente en los meses de invierno, pero ahí está el
fallo, porque puede llegar a quemar la piel.
Jabón
El jabón que usas no siempre es el más adecuado, ya que puede
llegar a dañar la superficie de la
dermis. Hay que elegir los que contienen pH neutro, normalmente los de farmacia
responden a este requisito.
Aclarado
Es importante aclararse
bien y quitarse toda la espuma antes de salir de la ducha, ya que de lo
contrario se pueden llegar a provocar irritaciones.
Lo mismo ocurre con el cuero cabelludo, de nada sirve utilizar champús,
abrillantadores y mascarillas si después no se aclara el pelo de forma
adecuada, ya que se adhiere a la raíz.
Espalda
Diversos estudios indican que la espalda
es la zona más propensa a almacenar células
muertas y, aunque se explique porque es una parte del cuerpo a la que es
difícil acceder, debemos poner remedio y frotarla. No es necesario practicar contorsionismo,
pero basta con unos caños trenzados
para llegar a ella.
Frecuencia
¿Cada cuánto te duchas? Si estás en los meses de verano,
si haces deporte
y vas al gimnasio, si sudas
demasiado... Para la piel no es bueno
ducharse dos veces al día, en estos casos y cuando sea imprescindible, se
recomienda darse una ducha muy rápida y
prescindir del gel.
Esponja
Se suele recomendar prescindir
de esponjas, ya que en ellas se
acumulan hongos, gérmenes y diversas bacterias; por tanto, la opción se
basa en aplicar los geles sobre la palma de la mano una vez limpia. No obstante,
en algunos casos se puede llegar a recomendar el uso de esponjas, como cuando
haya lesione cutáneas.
Toalla
Después de ducharnos tenemos que secarnos, por tanto la toalla es indispensable. Al margen
de estar limpia, también debe estar seca,
ya que secarnos con algo húmedo no sirve de nada. En cambio, la única excepción
para no secar la piel después de la ducha es que hayamos utilizado aceites esenciales.
Así que la próxima vez que te duches ten en cuenta todos estos detalles para garantizar una ducha sana para ti y para tu cuerpo.
COPYRIGHT © RUBÉN S.
Foto Por Cortesía: Clipart
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